Archivos Mensuales: octubre 2020

Cómo hablar con nuestros hijos y detectar lo que no nos cuentan (5/10/2020)

La comunicación con nuestros hijos cambia en función de la edad que ellos tienen:

  • 0- 8 años: Es muy fácil tener hijos porque tenemos su amor asegurado.
  • 4 años: fabulan. Respuesta: «Me encanta cuando inventas historias divertidas», o continuar con la fábula para averiguar que hay detrás. NUNCA: «No seas mentiroso».
  • 8-12 años: Nos cuestionan, nos dicen cosas de otros padres porque intentan validar aquello que les hemos dicho en casa. Respuesta: «En esta casa hacemos esto así y en otras casas se hace de otra manera». En esta edad hay que hablarles mirando a la cara.
  • A partir de 12 años: cualquiera es mejor que nosotros. En esta edad se habla mirando los dos en una misma dirección. El momento ideal es cuando yo conduzco o caminando. Si les miramos a la cara, se sienten interrogados

Es fundamental el canal de comunicación:

1.- Comunicación en familia: necesita un lugar y un tiempo. Lo ideal es establecerlos a priori, elegir un buen momento (viernes tarde, sábado por la mañana) y un lugar de diálogo con tele y móviles apagados para hacer balance de la semana.

2.- Momento de intimidad: momento individual niño-adulto donde se obtiene mucha información. El momento ideal es por la noche, cuando se van a dormir.

En cada persona hay 3 YOS:

  • YO niño (YO cuando era niño): Se contagia de la emoción del niño (de nuestro hijo) y no avanza. Cuando nuestro hijo se enfada, nos enfadamos.
  • YO padre (Copia de mis padres): Reproduzco lo que hacían mis padres y, a veces, no me gusta.
  • YO adulto: Se da cuenta de lo que ocurre: AREA
    • A = Acepto la conducta de mi hijo
    • R = Reconozco la emoción que le ha llevado a hacer eso
    • E = Empatizo (Entiendo qué ha pasado)
    • A = Ayudo a salir de esta situación

Ejemplo: Mi hijo ha llamado imbécil a la profe de mate. Cuando le pregunto, me dice que le ha acusado de hablar injustamente.

  • 1.- Aceptar la conducta
  • 2.- Empatizar: «es que da mucha rabia cuando te acusan injustamente»
  • 3.- Expresar que entendemos: «sale la rabia en forma de insulto cuando estamos enfadados»
  • 4.- Acompañar en la solución: escribir una nota de disculpa
  • APRENDIZAJE: cuando estoy enfadado, puedo insultar y eso no me hace sentir bien ni a mí ni a la otra persona, pero lo puedo solucionar pidiendo disculpas.
  • Lo contrario: Esto no se puede hacer, bronca, le hago sentir mal y NO APRENDE NADA.
  • Si no dejamos a nuestros hijos tiempo para que hablen, creen que les hemos juzgado previamente. Y lo hacemos, les ponemos etiquetas y ellos se creen lo que les decimos.

NORMAS en la comunicación familiar:

  • No etiquetas.
  • No gritos como ataque personal. Se pueden gritos al cielo.
  • Espacios y tiempos donde el que tiene que contar se tiene que sentir escuchado.
  • Cuando nuestros hijos meten la pata, poner distancia y respirar.
  • Si les hemos gritado, reestablecer el vínculo, pedir perdón y decirles: no permitas que nadie te hablé así y si lo hacen, que te pidan disculpas.
  • Ellos también deben pedir perdón. Explicarles que nos ha dolido cómo nos han tratado.
  • Límites: Nunca nos deben insultar ni pegar.
  • Este límite también vale para los hermanos. No hay que normalizar la mala comunicación entre hermanos. Lo que ocurre en estos casos es que el pequeño siempre quiere estar con el mayor, pero al mayor no siempre le apetece y es entonces cuando el pequeño le chincha. Hay que explicarle al pequeño que al mayor no le apetece estar con él en ese momento y ofrecerle la posibilidad de que esté con nosotros.

¿Cómo sé lo que no me cuenta?

TODO lo que me cuenta, va con intención. Todo tiene detrás algo más. Cuando un niño habla, se para el mundo. Aprovechar el tiempo de escucha e intimidad por la noche.

No se tienen que sentir nunca juzgados.

Consejos para esta situación especial que estamos viviendo:

  • Hablar mucho y explicarles qué pasa, pero con tranquilidad. «Sé cómo te sientes, pero esto va a durar un tiempo».
  • No ver el telediario con ellos
  • Tocarles mucho, abrazarles.
  • Pasar mucho tiempo en casa. La familia tiene que hacer de recurso urgente de comunicación.
  • Ofrecerles varios canales de comunicación; oral, escrito (un diario, si les gusta escribir), dibujos.

BIBLIOGRAFÍA:

  • Cómo hablar para que los niños escuchen. Y cómo escuchar para que los niños hablen: Faber, Adele, Mazlish, Elaine.
  • Educar en lenguaje positivo: Castellanos, Luis.

Curso 2020-2021

Estamos de vuelta en este curso un poco especial. Hemos dudado mucho y hemos esperado todo lo que hemos podido para intentar volver a un formato presencial, pero, al final, no ha sido posible. Creemos que, en esta situación que nos está tocando vivir, la Escuela de Familias es más necesaria que nunca, pero eso sí, con toda la seguridad del mundo. Y por eso nos hemos decidido por un formato telemático. Y ya hemos arrancado. Aquí os dejamos la información de este curso.

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